150901210647_google_624x351_paHacer accesible a todos los seres humanos el conocimiento que acumulan los libros era el sueño de los bibliotecarios de Alejandría y de los enciclopedistas franceses, sueño que se ha ido haciendo realidad mediante la digitalización y publicación de libros en Internet; sin embargo, no ha sido sencillo, ya que se ha enfrentado a un gran obstáculo: los derechos de autores y editores.

Hace poco más de una década, la empresa del buscador Google empezó a digitalizar libros y a ofrecer online algunos fragmentos, lo que provocó que varios autores demandaran al portal en 2005, un año después del lanzamiento del proyecto Google Books.

En el 2013, la Corte del distrito este de Nueva York rechazó la demanda, lo que provocó que los artistas acudieran a la Corte de Apelaciones del segundo distrito de esa ciudad, que también rechazó la demanda y los obligó a pedir auxilio al Tribunal Supremo.

Al negar que se Google esté violando las leyes de derechos de autor, el Tribunal Supremo de Estados Unidos avaló el pasado lunes 18 de abril el proyecto de digitalizar millones de libros. Google Books permite a los usuarios ver extractos de obras, “por lo tanto ofrece un uso justo”, y puede seguir adelante con la plataforma, determinó el juez estadounidense Denny Chin.

Con esta decisión, la máxima instancia judicial puso fin a más de una década de litigio interpuesta por el Sindicato de Autores de Estados Unidos, que pidió que se evaluara el caso porque Google les privaba de beneficios y además violaba “de manera clara y descarada” la ley de derechos de autor, según argumentaron en documentos presentados en la corte.

Luego de la resolución del tribunal, se concluye que “Google Books es un proyecto transformador y compatible con los derechos de autor”, por lo que la empresa expresó su satisfacción. Sin embargo, la presidenta del Sindicato de Autores, Roxana Robinson, consideró en un comunicado que la decisión del alto tribunal supone una “pérdida colosal” para el mundo de los autores. Además, aseguró que se está dando una redistribución de la riqueza del sector creativo al tecnológico, no solo con los libros, sino en todo el espectro de las artes.

En una semana convulsa para Google, con anuncios de multas en la Unión Europea y la herida de muerte producida en el proyecto de Google Books, esta noticia llega como agua de mayo a la empresa de Mountain View y la respalda en uno de sus proyectos estrella, en el que lleva más de dos lustros trabajando y que genera más documentos digitales que ninguna otra empresa en el mundo.

Rafael González Bautista
@rafauskiv