Hace unos días compartíamos aquí, en Bibliopatía, la noticia sobre la primera librería en París que tendría disponible una Espresso Book Machine capaz de imprimir al instante el libro que el consumidor final deseara. Se trata de la misma máquina que hace algunos años intentó introducir en México librerías Gandhi.

Herramientas como ésta se han enfocado al problema frecuente que enfrentan editores y autores que han decidido tomar la vía de la autopublicación: cómo llegar a más lectores rompiendo las barreras no solo físicas y de fronteras, sino acometiendo un problema más complejo, como los costos de logística, almacenaje, transportación y distribución, entre otros. Manuel Gil, experto en el mundo del libro, nos hablaba ayer en su blog de un proyecto dado a conocer oficialmente en la pasada FIL de Guadalajara: Bibliomanager, que representa un paso enorme en la solución de estos y otros inconvenientes.

La cuestión no es dónde es capaz de producir un editor, sino dónde puede vender. Con una red internacional de impresores en condiciones similares (productores que brindan servicios editoriales de la más alta calidad), se ha desarrollado e implantado una plataforma tecnológica que permite tener disponible para impresión bajo demanda un mismo título en casi toda Latinoamérica, minimizando la inversión tradicionalmente necesaria para lograrlo.

Sin duda, nos encontramos en el umbral de una nueva era marcada por los cambios en todas y cada una de las industrias, en la que si bien la tecnología ya desempeñaba un papel importante, ahora será fundamental en la resolución de todo tipo de problemas. La pregunta no es ya si necesitamos implementar tecnología en las empresas, sino cómo sacarle el mejor provecho para no quedarnos atrás.

 

Pilar Flores
@autumnopera